La realidad del sufrimiento está presente en todas nuestras vidas. Incluso aquellos que en general son felices y saludables tienen momentos en los que experimentan pérdidas, dolor físico y angustia emocional que no tiene sentido.
San Francisco de Asís vivió como un hombre pobre que se preocupaba por los demás y por la tierra, pero también tenía muchas enfermedades físicas, disminución de la vista y tristeza por la dirección de la Orden Franciscana. En septiembre de 1224 esto culminó con el sufrimiento asociado a recibir las heridas de Cristo en su cuerpo. Sin embargo, permaneció fiel a Dios.
Este retiro brinda tiempo para hablar y orar sobre nuestro propio sufrimiento y el de otras personas que nos importan. ¿Cómo pueden nuestra fe y el apoyo de los demás ayudarnos a afrontar el dolor? San Francisco pudo incluso escribir un hermoso Cántico al Sol en medio de su sufrimiento. Para ver más detalles en un folleto haga clic aquí.